Según las
investigaciones realizadas y el análisis propiamente tal de cada uno de los
conceptos, se ha llegado a la conclusión de que en algunas situaciones no se da
un retroceso de los valores que son inculcados cuando niños y que uno va
adquiriendo durante la vida, si no que tranzamos con los valores a partir de
nuestros propios intereses.
A partir de las
entrevistas efectuadas, gracias a la información recopilada de como realizar
una entrevista, se utilizaron preguntas abiertas dándole la posibilidad a los
entrevistados de responder libremente las interrogantes. En tales entrevistas
se rescató la postura de que tanto adultos como niños transas sus valores pero
en distintos grados, los mas pequeños tienen mas vulnerabilidad a transar
inconscientemente su formación valórica, a pesar de que la familia como primer
vínculo que tiene el niños, es el principal modelo a seguir, sin embargo muchas
veces estos se ven entorpecidos por factores externos, entendiéndose estos como
el entorno o los medios de comunicación. Por otro lado los adultos tienen una
formación valórica más solida, por ende
el transar o no sus valores va a depender del análisis propio de las
situaciones, ya que el adulto frente a situaciones críticas opta por satisfacer
sus necesidades básicas.
Maslow expone en su pirámide “jerarquías de las necesidades humanas”, que
la ultima necesidad básica del ser humano es la autorrealización la que
contiene moralidad, creatividad, espontaneidad entre otras, por lo tanto según
ese autor la moral es lo menos necesario, contradiciéndose a nuestro estudio de
caso, ya que tener una buena moral es lo principal para poder surgir en la
vida.
Algunas de las
estrategias para mantener una formación valórica solida es el autoconocimiento
ya que esta capacidad permite conocerse a si mismo lo que implica tener la
capacidad de controlar sus actos en relación con sus pensamientos.
Otra de las
estrategias es la empatía y perspectiva social, la cual posibilita al ciudadano
incrementar su consideración por los demás, interiorizando valores los cuales
deben ser otorgados tanto por la
Educadora como por la familia, es por esto que las bases
curriculares de la educación parvularia resaltan constantemente, que la labor
educativa tanto en el desarrollo, como en los aprendizajes debe ser un
compromiso permanente y compartido con la familia del párvulo, que a su vez
deben alcanzar nuevos aprendizajes con respeto, compromiso y responsabilidad.
Para poder
entregar aquellos aprendizajes el docente debe actuar con ética profesional, a
su ves la familia debe estar comprometida con este proceso y por ultimo y no
menos importante debe existir un interés por parte del niño en querer adquirir
y vivenciar estos valores para convivir de una mejor manera en la sociedad.
Sabemos que los niños tienen una curiosidad innata que les
lleva a interesarse por conocer todo lo que les rodea. Por eso, cuando tienen pocos años, nos
llenan de preguntas para satisfacer sus ansias de conocimientos. Esas ganas de
indagar, de averiguar el por qué
de las cosas se puede utilizar para potenciar y reforzar los valores.
Lo ideal seria que los padres reservaran un
tiempo cada día para cuidar, orientar y responder a los interrogantes de los
hijos, mientras tanto fomentan el interés por el
aprender.
El profesorado
necesita buscar fuentes motivadoras, sin presentar actividades repetitivas y poco innovadoras.
Si no se toman en
consideración éstas y otras cuestiones, sin darnos cuenta, se les irán cerrando
a los niños las puertas de la curiosidad y esa
necesidad natural que tienen por aprender la
irán perdiendo progresivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario